¿Cómo ganarme a mis suegros?

Dicen que el amor lo puede todo, lo supera todo, y esto es cierto. Lo que pocos confiesan es que se necesita complementarlo con paciencia y tolerancia. Sobre todo cuando se trata de que uno, o en el peor de los casos, los dos padres de la pareja no aceptan a la esposa.

Como es de suponer esto genera conflictos familiares que desencadena distanciamientos y malos entendidos.

En lugar de ahondar en las causas de la antipatía, vamos a concentrarnos en el plan de acción anti ataque. En otras palabras, a cómo reconciliarse con ellos y mejor aún, cómo ganarse su confianza, respeto, y por qué no, su cariño.

Si ya has padecido algunos malos tratos por parte de tus suegros y sientes que va de mal en peor, es momento de hacer un intento por llevarte bien, pues deberás convivir a menudo si quieres seguir con tu pareja. Algunos trucos sencillos para llevarte bien con tus suegros es, antes que nada, conversarlo con tu pareja, y pedirle que hable con sus padres para que ayuden a relajar la relación. 

Además ten en cuenta que siempre debes decir lo que piensas si es que no estás de acuerdo; hacerte respetar de manera clara y sin provocar es la mejor manera de que te tomen en serio.

Recuerda que muchos buenos lazos entre suegros y yernos no se hacen del día a la noche. Por el contrario, toman mucho trabajo de ambas partes. Entérate qué es lo que a ellos les gusta de ti, y qué les disgusta. Luego, intenta manejarte frente a ellos en esa dirección.

A continuación, te ofrecemos los principales consejos brindados por los profesionales en relaciones familiares

1. Demuestra que amas a tu pareja, dedicándole -por ejemplo- cumplidos frente a sus padres. Nada satisface más a cualquier padre que saber que su hijo o hija están siendo cuidado y amado.

2. Preséntate junto a tu pareja como parte de un “frente unido”. Jamás discutas con tu esposo delante de sus padres. Si ve que el clima se pone tenso, simplemente dile a tu pareja, -sin que sus suegros escuchen-, que resolverán el problema más adelante.

3. Entra en contacto sin esperar que ellos lo hagan contigo e invítalos a tu casa. Esto te permitirá demostrar un interés por mantener el contacto, así como también prepararse emocionalmente para la visita, sin sobresaltos ni arreglos inesperados.

4. Pide siempre sus consejos, sin importar si planeas o no tomarlos. Los padres de tu pareja se sentirán muy halagados al pensar que todavía tienen cierta influencia sobre la vida de sus hijos.

5. Si tú y tus suegros tienen personalidades incompatibles, trata de ser lo más diplomática posible, evita el contacto siempre que puedas, y recuerda, que gracias a ellos vives con tu ser amado.

6. Trata siempre de llegar a un entendimiento con tus suegros, pero no les dejes asumir el control de la situación. Esto puede ser especialmente importante cuando llegan los hijos. Intenta fijar reglas razonables sobre los derechos y obligaciones de cada miembro de la familia.

7. Comienza a planificar tus propias estrategias y organización para los días de fiestas familiares, especialmente si suelen convertirse en un campo de batalla por cuestiones afectivas, económicas, o políticas.

8. Se siempre tú misma. No intentes impresionarlos. Se cortés y respetuosa, pero expresa tus verdaderos sentimientos y opiniones. Ellos lo apreciarán, pues verán que siempre habrá sinceridad en tus palabras y modo de actuar. Además, podrán conocerte a profundidad.

9. Aunque no tengas la mejor de las relaciones con tus suegros, jamás debes prohibirles que ellos vean a tus hijos. Son sus abuelos y ambos, tanto ellos como los niños, tienen derecho a entrar en contacto. Con este permiso, también podrás ir cicatrizando algunas heridas.

10. Para ayudar en la relación entre tu pareja y sus propios padres, trata de nunca tomar partido de forma muy radical por alguno de ellos. Házles saber que ambos son igualmente importantes para ti. Intercede en cualquier discusión, pero sólo para calmar los ánimos.