Los celos se definen como un estado emotivo ansioso que padece una persona cuando siente miedo ante la posibilidad de perder lo que se posee o cree tener. La sospecha juega un papel importante, por lo tanto, si tu pareja te cela, no confía tanto en ti. “Los celos se alimentan de dudas”, dice una frase del escritor francés François de la Rochefoucauld. Así que manos a la obra para evitar los celos de tu “gordito”.
Primero debes considerar que existen los celos enfermizos y los normales. ¿Cómo definirlos? Sufre de los primeros si te prohíbe salidas con tus amigas, piensa que todos quieren “algo” contigo, critica constantemente tu vestuario, limitando tu esencia, o si cada vez que conversas con un hombre te interroga como si hubieses matado a alguien.
Si te encuentras en cualquiera de esas situaciones, no te preocupes, porque no eres la culpable, él tiene un problema, deben conversarlo y superarlo juntos si pretendes cultivar una relación sana y feliz.
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Mis amigos: Está bien que tengas muchos amigos, pero no abuses. No es necesario que salgas con ellos todas las semanas y menos si eres la única mujer del grupo
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Pasado amoroso:A las mujeres nos gusta hablar sobre nuestro pasado, pero a él no le interesa cómo era “Juanito” en la cama, menos si se manejaba mejor en esas artes. Si te pregunta, responderle sin mucho interés y recuérdale que por algo te encuentras a su lado.
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Adiós al ex:No lo compares con tu ex contándole lo mucho que tu mamá lo quería y lo atento que se mostraba con ella, refregándole en la cara que le falta mucho para ganarse su cariño. Recuerda que todas las personas disfrutan de cualidades diferentes y debe potenciar las suyas.
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Sólo para ti: A los hombres les parece sexy una mujer coqueta, pero el extremo no es bueno. Si te pones una falda cortita, no coquetees con todos. Al contrario, hazle saber que quieres ser sexy sólo para él, seguro que se sentirá orgulloso. Y si los otros te miran, problema de ellos.
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Tiempo de fiesta: Te encanta bailar y él parece un robot, entonces optas por bailar con el que mejor mueve las caderas. Una buena decisión que evitará que te aburras, pero ¿has visto su cara? o ¿le has preguntado si le molesta? Entonces, procura que no exista un roce constante que de pie a que piense que te encantaría tener “algo” con él.
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Fuera dudas: Si te llama un amigo, no omitas su nombre, ya que pensará lo peor. No te cuesta nada contarle, pues eso no implica que se meta en tus asuntos. Evita las dudas.
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Ver y no tocar: Es cierto que a las mujeres nos gusta provocar, pero mirar descaradamente a alguien no es la forma. Por respeto a ti, a él y a la relación, disimula.
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Apoyo incondicional: Los hombres necesitan aprobación, que acepten sus proyectos y que crean en ellos. Por eso no los compares con el simpático y exitoso marido de tu amiga. Mejor aliéntalo a ser mejor. Seguro que te lo agradecerá.
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Pon límites: Si van a una fiesta y un conocido comienza a bromear contigo en doble sentido, trata de no seguirle el juego. El pensará: “Si se comporta así conmigo presente, qué hará cuando me ausento”. Todo cambia si el que te molesta es tu partner, pues ahí existe confianza y tu pareja lo entenderá. Aunque no te pases.
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Un libro abierto: Sales con un gran amigo y, como crees que tu amorcito te matará, no le cuentas e inventas una excusa. Error. Haz todo lo contrario y coméntale a grandes rasgos lo que hicieron, pero asegúrate de dejarle claro que lo extrañaste mucho. Una buena fórmula es que salgan los tres para que lo conozca y sepa existe sólo amistad entre ustedes. “El que nada hace, nada teme”. Por último, como presión sicológica, puedes colgar la siguiente frase de Molière frente a su cama: “El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor”.
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